lunes, 11 de noviembre de 2013

¡Lista para virar!

¿Qué?

¿Cómo quieres que te lo diga?


Te lo grito si así te gusta más.


Que me hiciste sentirme todo y, poco a poco,

fuiste apartándome al rincón de las cosas secundarias.
Que incluso jugar a clavarme dardos
era como sentir caricias después de ti.

Déjame que te diga

que lo único que echaba de menos después de ti,
era a mí antes de conocerte...
cuando nos escribíamos tímidamente
y la ilusión y las ganas asomaban en cada rincón.

Y mira qué desastre.

Nada, silencio, distancia.
Y sin embargo, continuamos en esa aparente felicidad.
Pero es que lo evidente no se puede negar...

Así que ahora,

que no te extrañe que alguien me haga reír, cuando antes solo sonreía...
que escuche, cuando contigo me limitaba a oír la vida...
que vuelva a tener esas ganas de arriesgar y de estar al lado de alguien... sin dejar de ser mía.

Que levo el ancla de este barco, marinero,

y pongo rumbo a otra isla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario